Thursday, February 09, 2006

Mi primera narracion

La despedida

Nidia Arely Muñoz Uscanga

Abordé el viejo autobús hacia mi escuela, sabía que sería un día especial. Recorrí toda la comunidad hasta adentrarnos en la sierra sur. En el transcurso del viaje pude ver como más de 9 maestros subían sonrientes para empezar su aventura intelectual.

Trascurrieron 57 minutos y, antes de llegar, nos encontramos en el camino al maestro José Chimal, quien tiene ya 42 años de servicio en la misma comunidad rural, San Miguel; iba a un costado del polvoso camino, llevando un portafolio de piel envejecido no era un día común, era el día de su jubilación.

Llegamos por fin todos e iniciamos un día de labores, al llegar a mi salón, los alumnos del grado que imparto querían decirme algo; uno de ellos tomó la palabra:
─ Profesor, queremos hacerle una petición: el profesor José Chimal se jubila hoy y nosotros queremos participar en el homenaje de despedida, ya que el grupo lo aprecia y queremos que usted nos ayude.

Con agrado accedí, y pude darme cuenta que el profesor José era una persona muy especial, el entusiasmo del grupo era evidente.

Llegó la hora del homenaje y pude una vez mas percibir como el profesor con cariño se había ganado el respeto de los compañeros maestros y alumnos.
En cada numero del homenaje, sus alumnos reflejaban tristeza y gratitud.
Al final me anime y sin darme cuenta, estaba frente al micrófono, quería evitarlo; pero el profesor Chimal no podía irse sin las palabras de un alumno de muchos años atrás, ahora su compañero de esa hermosa labor y por siempre un hijo amoroso.